CNJ y ORMUSA desarrollaron seminario web sobre la Cultura de la Violación

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La Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (ORMUSA) y el Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ) desarrollaron el seminario web sobre Cultura de la Violación dirigida a personal jurídico de las instituciones públicas, organizaciones y profesionales del derecho en libre ejercicio.

El propósito del seminario web fue fortalecer el conocimiento, en la comunidad jurídica, sobre la cultura de la violación para la comprensión de la victimización por medios sexuales contra las mujeres en los procesos judiciales.

La temática de la cultura de la violación fue desarrollada por la doctora Adilia de las Mercedes directora de la Asociación de Mujeres de Guatemala en Madrid, España, desde dos visiones: la social y desde la jurisprudencia internacional. La experta inició su ponencia magistral con la reflexión: “este flagelo azota a todas las mujeres en todos los lugares del mundo. Los números no hacen nunca el relato completo pero ayudan a situarnos” y dio a conocer algunas cifras de violencia sexual en el mundo.

Entre esos datos, destacó que solo en la Unión Europea, 3,7 millones de mujeres fueron víctimas de violencia sexual en un año (2011 y 2012). Además, 21 millones de mujeres lo han sido antes de los 15 años de edad. Entre el 70 y 80 % de las agresiones son perpetradas por algún conocido de la víctima. En todo el mundo, 70 % de las mujeres sufrieron violencia física o sexual por parte de su pareja masculina.

Un dato importante es que, en América Latina, solo el 5 % de las víctimas adultas denuncian violencia sexual. Y es que hay muchas razones para esta mínima denuncia[1] . La especialista enfatizó que, las emociones que la violencia sexual deja en las mujeres tales como: impotencia, tristeza, rabia, miedo, angustia, vergüenza y culpa; aunado a no recibir un buen trato en las instancias correspondientes, profundizan la cultura de la violación y coartan el acceso a la justicia.

Con el relato de un caso brutal de violencia sexual y un esquema de telaraña, la experta demostró cómo en la cultura de la violación hay distintos actores: primero está el agresor conocido que no siempre va a utilizar mecanismos coactivos (objeto contundente, armas blancas, pistola u otros), para violar; también puede hacer uso de flores, chocolates u otros obsequios. El agresor desconocido es el que, generalmente, utiliza armas y medios de coacción violentos.

Figura 1. Redes y laberintos: la cultura de la violación Fuente: Mercedes, A. (2020) La Cultura de la Violación. Recuperado de http://mujeresdeguatemala.org/yotecreo/redes-y-laberintos-la-cultura-de-la-violacion/

 

La experta destacó que, “se ha infundido, a base de clichés que el agresor es desconocido, cuando en la mayoría de los casos y según las estadísticas, el violador es una persona conocida”. El otro mito a desterrar es que todas las violencias que preceden a la violencia sexual, es letal, brutal, extrema y en la realidad, no necesariamente es así.

En ese círculo explicativo de la telaraña, el otro actor que sigue después del agresor es el entorno cercano y “suele ser el primero que se cierra y donde se guarda silencio, donde se comienza a fraguar la impunidad”, enfatizó la especialista.

El siguiente círculo es el laberinto institucional (iglesia, instancias educativas, de salud, justicia) y es aquí donde las mujeres víctimas suelen ir a buscar justicia y quedan atrapadas. Posterior a ese laberinto, explica, algunos casos se mediatizan y las víctimas pasan a ser depredada por los medios de comunicación, aun cuando,”son los medios lo que contribuyen a fomentar esa cultura de violación ya que para vender un auto muestran los cuerpos semidesnudos de las mujeres, considerados como objetos, como propiedad”. De igual forma, esa cultura de la violación se alimenta por la música, la literatura, las telenovelas, los anuncios comerciales, los mitos, entre otras expresiones en una sociedad.

Por tanto, la doctora Adilia indica que “No se suele investigar, ni mucho menos juzgar y casi nunca castigar la violencia simbólica contra las mujeres a pesar de que contribuye enormemente en esta cultura de la violación y que es el alimento, de hecho, de esta cultura de violación”.

Otro sector involucrado en la cultura de la violación, ejemplificado con la telaraña, es la sociedad y la doctora de las Mercedes hace mucho énfasis en que, “generalmente la sociedad se mantiene como espectadora, no suele salir en defensa de las víctimas y que más bien, todo lo contrario, suele sumarse al linchamiento de las víctimas y se une a cuestionar la verdad de las víctimas”. La sociedad va a contribuir deformando la verdad a través de los estereotipos sobre la violencia contra las mujeres. Rara vez las mujeres encontrarán la sororidad y esta es la gran ausente.

Es así como la experta destaca que, la primera gran raptada en la cultura de la violación es “la verdad” de las víctimas y lanza la gran pregunta: ¿cómo se puede desactivar la cultura de la violación? La respuesta es tan sencilla pero lleva consigo toda una historia de situaciones de violencia, de estudios que la fundamentan: es creerle a las víctimas a partir de los estándares que la Jurisprudencia Internacional ha emitido.

Concepto de la cultura de la violación: es el entorno en el cual la violencia sexual infringida contra la mujer se naturaliza y encuentra justificación tanto en los medios de comunicación como en la cultura popular y en el sistema de justicia.

Se perpetúa mediante el uso del lenguaje misógino, la despersonalización del cuerpo de las mujeres y el embellecimiento de la violencia sexual, dando lugar a una sociedad despreocupada por los derechos y la seguridad de las mujeres.

Y amplía el espectro al plantear que, “cuando se habla de la cultura de la violación, evidentemente las víctimas son las niñas, los niños y las mujeres, pero también otros hombres”.

Y resalta que, “el factor común en todo esto es que los hombres son violados por otros hombres, que la mayoría de niños y niñas son violados por hombres y que la inmensa mayoría de las mujeres son violadas por hombres”.

Entonces, una de las primeras conclusiones a la que la experta llega es “que la construcción de la masculinidad es una construcción enormemente tóxica y es el fundamento de la cultura de la violación. Se están criando y creando futuros violadores, desde el momento en el que, el mensaje que se les transmite a los niños es que, las mujeres son objeto y ellos son sujetos. Este es uno de los grandes problema que históricamente enfrentan las mujeres, el no poder acceder al lugar de los sujetos”.

También, la especialista relacionó la violencia contra las mujeres con tres aspectos fundamentales: violación (considerada como una infracción a una norma, esto definido recientemente en la historia de la humanidad), violación de derechos (las mujeres históricamente no han sido sujetos de derechos y por eso permanecemos en la condición de objeto) y humanos, es decir, la lucha de las mujeres es siempre por “ascender a la categoría de seres humanos”.

Para explicar esta parte, la doctora de las Mercedes plantea que, desde una perspectiva teológica y religiosa, las mujeres no “éramos humanas”. La cultura de la violación es un sistema de creencias y estas se encuentran profundamente vinculadas al sistema religioso de cada lugar del mundo, es por ello que la experta afirma “hay que poner en cuestión absolutamente todos los sistemas”.

Es por ello que la experta insistió en que, para comenzar a desactivar la cultura de la violación hay que creerles a las mujeres pero “no como un acto de fe”, sino con el entendimiento de lo que es la credibilidad y de acuerdo a lo plasmado desde el Derecho Internacional en los estándares internacionales de credibilidad y esta, en términos generales, se concibe como “un juicio que se realiza por una o varias personas acerca de la verosimilitud de un determinado evento del cual no se tiene certeza plena. La credibilidad se contrapone a la certeza.

Creerle o no a las víctimas es despojarse de todas las creencias y del proceso de socialización y en el caso de quienes juzgan, por tanto la recomendación de la experta es seguir lo que la jurisprudencia plantea. A partir de este punto, la experta inicia un recorrido de la cultura de la violación desde el marco jurídico internacional con el concepto de violencia sexual planteado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y otros órganos internacionales, donde se destaca el avance en la concepción al establecer que “la violación sexual no está limitada a la invasión física del cuerpo y puede incluir actos que no suponen penetración o siquiera contacto físico”

Figura 2. Concepto Violencia Sexual Fuente. Mercedes, A. (2020) La Cultura de la Violación. Recuperado de https://cnjwebinar.adobeconnect.com/p8kljolwtecg/

 

La experta también mostró la concepción que se tiene sobre la violencia sexual en los conflictos armados internos e internacionales, es decir, la utilizan como una táctica de guerra, una forma de tortura y de intimidación al enemigo.

La violación y la cultura de la violación se extienden a muchísimos más ámbitos de los que se pensaba y en terminología jurídica se traduce en una enorme cantidad de crímenes porque no se habla únicamente de la violación y la violencia sexual en su tradicional concepción y cuyo tratamiento está planteado por la jurisprudencia internacional.

En ese sentido, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos plantea que es la ausencia del consentimiento y no esa coercitividad lo que se convierte en el elemento central que va a constituir en el delito de violación. Si esta idea se comprende, estaremos avanzando significativamente en la investigación y en el juzgamiento de los crímenes de violencia contra las mujeres. Esta sería una de las esperanzas para poder trabajar en contra de la cultura de la violación, porque esta es arquetípicamente alimentada por la impunidad.

Figura 3. Falta de consentimiento lo que constituye el delito de violación Fuente. Mercedes, A. (2020) La Cultura de la Violación. Recuperado de https://cnjwebinar.adobeconnect.com/p8kljolwtecg/

 

Finalmente, la doctora de las Mercedes retoma lo establecido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos relativo a que, los casos de violencia sexual deben ser trabajados desde el enfoque de género, lo cual no es una opción sino una obligación del Estado. Es decir, incorporarlo desde la debida diligencia, con la tutela judicial efectiva, con todas las garantías del Estado para poder trabajar en contra de la impunidad. Si no se hace desde este enfoque, se estarían tomando decisiones parciales y con ello la denegación del derecho al acceso a la justicia para las mujeres.

Figura 4. Aplicación del Enfoque de Género en los casos de violencia sexual Fuente. Mercedes, A. (2020) La Cultura de la Violación. Recuperado de https://cnjwebinar.adobeconnect.com/p8kljolwtecg/
Figura 4. Aplicación del Enfoque de Género en los casos de violencia sexual Fuente. Mercedes, A. (2020) La Cultura de la Violación. Recuperado de https://cnjwebinar.adobeconnect.com/p8kljolwtecg/

Al concluir su ponencia, la doctora ofreció detalladas respuestas a las numerosas interrogantes de quienes participaron. La audiencia al webinar representaba a instituciones públicas, organizaciones y profesionales del derecho en libre ejercicio.

Como intervención de cierre, Silvia Juárez de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa) agradeció los saberes de la doctora Adilia de las Mercedes transmitidos en esta magistral intervención, al CNJ por la facilitación del webinar y a cada participante por sus intervenciones. Así mismo, agradeció la cooperación de la Embajada de Canadá en El Salvador y Fondo de Población de las Naciones Unidas en El Salvador en el desarrollo de esta actividad.

De igual forma, el doctor Ernesto Andrade trasladó los agradecimientos del pleno del Consejo Nacional de la Judicatura, su presidenta y directora de la Escuela de Capacitación por la magistral ponencia sobre la Cultura de la Violación.

  1. Mercedes, A. (2020). La Cultura de la Violación [Presentación Power Point].

La ponente expuso estándares de protección dispuestos en la jurisprudencia internacional y que pueden encontrarse en la siguiente publicación: 

Estándares de protección de derechos humanos de las mujeres: Herramientas necesarias para la defensa de su participación política

https://lac.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2020/08/estandares-de-proteccion-de-derechos-humanos-de-las-mujeres

#YoTeCreo es una campaña por la credibilidad de las mujeres víctimas de agresiones sexuales

http://mujeresdeguatemala.org/yotecreo/

Vídeo del webinar: La Cultura de la Violación impartido por la doctora Adilia de las Mercedes

https://cnjwebinar.adobeconnect.com/p8kljolwtecg/