Mujeres defensoras consolidan aprendizajes y proyectan nuevas luchas para 2025

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ORMUSA, Ciudad Arce, 20 de noviembre del 2024. Con el propósito de reflexionar sobre los avances logrados durante el 2024 y proyectar nuevas acciones para el próximo año, ORMUSA reunió a 60 mujeres de seis comunidades en un intercambio de experiencias y revisión de planes de trabajo. Este importante encuentro, realizado como parte del proyecto financiado por el Ayuntamiento de Barcelona y el Ayuntamiento de Sant Boi, en alianza con Cooperacció, estuvo dirigido a integrantes de la Red de Defensoras y a mujeres egresadas de la Escuela de Liderazgo Feminista. Durante la actividad, las participantes evaluaron aciertos y desafíos, fortalecieron alianzas y trazaron una agenda estratégica para enfrentar los retos del 2025.

Katia Panameño, técnica de ORMUSA, destacó la relevancia de estos espacios: “Este encuentro permite que las mujeres revisen los planes que se propusieron para este año, valoren avances y desaciertos, e identifiquen nuevas luchas. Además, contribuye a fortalecer la red generacionalmente y a construir una agenda que responda a los desafíos que enfrentan en sus comunidades”.

Entre los principales logros compartidos por las defensoras, Carmen González, representante del Cantón Nueva Esperanza, enfatizó la consolidación de alianzas con la municipalidad: “Hemos logrado abrir un espacio de diálogo donde nuestras demandas fueron escuchadas. Además, hemos participado en intercambios internacionales, como la marcha acuática en Guatemala y Honduras, que nos permitió aprender de otras experiencias en la lucha contra las minerías destructivas y la violencia de género”.

De igual forma, Andrea Ortiz, de la Lotificación La Esperanza, resaltó cómo estos encuentros fortalecen el trabajo comunitario: “Estos espacios nos ayudan a reconocer que cada esfuerzo vale la pena. Nos damos cuenta de lo que hemos logrado: abrir puertas, sacar a mujeres de situaciones de violencia y crear espacios seguros donde antes no los había. Somos una red que crece y empodera a más mujeres para hacer cambios significativos”.


Lucía Castillo, de Colonias Unidas, compartió cómo los aprendizajes adquiridos este año le han permitido asumir con más confianza su papel como lideresa: “He crecido en conocimiento y en seguridad. Antes no hablaba, pero ahora lo hago con más confianza, y he aprendido a darme mi propio espacio para el autocuidado. Hoy me voy a las reuniones sin que nadie me detenga, incluso si no me siento bien de salud, porque venir aquí me hace sentir mejor. Mis hijos me dicen: ‘Mamá, si esto te hace sentir bien, está bien,’ y eso me anima aún más. También he aprendido a poner límites y a decir que no cuando es necesario. Saber que no estamos solas y que podemos apoyarnos entre nosotras nos da fuerza para seguir luchando. Estos encuentros nos liberan de miedos y nos ayudan a enfocarnos en construir un futuro mejor para nuestras comunidades”.

Por su parte, Luz María Fuentes de Colonias Unidas destacó el impacto que este trabajo en equipo ha tenido en su comunidad: “Lo más valioso es sentir que somos parte de algo más grande. Hemos aprendido a reclamar nuestros derechos y a entender que nuestras luchas no son en vano. Con el apoyo de ORMUSA, hemos ganado herramientas para enfrentar los desafíos y trabajar unidas hacia cambios reales en nuestras comunidades”.

Uno de los temas centrales abordados durante la actividad fue la necesidad de involucrar a las nuevas generaciones en las iniciativas de liderazgo. Janet Rivera, del Cantón El Conacaste, hizo un llamado a integrar a más jóvenes en la Red de Defensoras: “El relevo generacional es esencial. Las nuevas generaciones deben continuar esta lucha, porque los problemas que enfrentamos no desaparecerán pronto. Nosotras debemos preparar el camino para ellas, para que puedan liderar con más fuerza y conocimiento”.

Además, las participantes identificaron la urgencia de fortalecer alianzas estratégicas con actores locales e internacionales para garantizar que sus demandas sean escuchadas y sus derechos respetados. También subrayaron la importancia de trabajar en la sensibilización de las comunidades sobre los problemas estructurales que afectan a las mujeres, como la violencia, la discriminación y la crisis ambiental.

El encuentro concluyó con un consenso sobre las prioridades para el próximo año: La ampliación de la Red de Defensoras con nuevas participantes, especialmente jóvenes, la creación de estrategias para visibilizar los logros de las mujeres en sus comunidades, el fortalecimiento de iniciativas que promuevan el empoderamiento económico y social de las mujeres y la defensa activa del medio ambiente y la resistencia a proyectos extractivistas que amenacen la vida y los recursos de las comunidades.

Andrea Ortiz resumió el sentir colectivo: “El 2025 será un año clave para consolidar nuestras luchas. Vamos con la convicción de que somos capaces de transformar nuestras comunidades y de seguir siendo una voz fuerte en la defensa de nuestros derechos”.

Con un panorama retador para 2025, ORMUSA reafirma su compromiso de acompañar a estas mujeres en sus procesos de liderazgo y defensa de derechos, brindándoles herramientas y espacios para que continúen marcando la diferencia en sus comunidades. Este esfuerzo conjunto, con el apoyo de aliados internacionales como Cooperacció, seguirá siendo un pilar fundamental para lograr un cambio sostenible y justo en las comunidades de El Salvador.

Las defensoras, con su valentía y determinación, avanzan hacia un futuro donde las mujeres sean protagonistas del cambio y líderes en la construcción de una sociedad más equitativa y solidaria.