Santiago Nonualco, La Paz Centro. 22 de octubre del 2024. ORMUSA, en el marco del convenio «Manos que alimentan,» financiado por AECID y el Ayuntamiento de Córdoba, celebró el festival titulado «Mujeres, el futuro de nuestra tierra» en la plaza Anastasia Aquino, en el distrito de Santiago Nonualco. Este evento, es un reconocimiento al trabajo incansable y a la contribución fundamental de las mujeres rurales en la sostenibilidad ambiental, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico de sus comunidades. En colaboración con la Alcaldía de La Paz Centro y organizaciones locales, el evento reunió a mujeres rurales, autoridades municipales y artistas locales, quienes resaltaron la relevancia de esta fecha.
Edgardo Flores, técnico de ORMUSA, explicó la importancia de visibilizar el trabajo de estas mujeres en la agricultura y la producción de alimentos. «Las mujeres rurales son las protagonistas del campo. Ellas cultivan la tierra, sostienen la economía local y son clave para el desarrollo de sus comunidades, distritos y municipios. Sin ellas, no habría seguridad alimentaria. A menudo hablamos de seguridad alimentaria, pero no mencionamos la soberanía alimentaria, y ellas son las guardianas de esta soberanía,» destacó Flores.
El evento contó con la participación de mujeres emprendedoras de localidades como San Pedro Masahuat, Santiago Nonualco y San Antonio Masahuat. A través de exhibiciones de productos agrícolas y artesanales, las mujeres demostraron su compromiso con la producción orgánica y la preservación de las semillas autóctonas. Además, se llevaron a cabo presentaciones culturales a cargo de los historiantes de Santiago Nonualco, el Colegio Católico Malissori y un artista independiente que amenizó la jornada con su interpretación en violín. La celebración también contó con la presencia de autoridades municipales, entre ellas Marvin Morena Martell de Canales, directora del distrito, así como representantes de ORMUSA y otras dependencias del gobierno local.
La fecha, establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2007, reconoce el papel crucial de las mujeres rurales en la erradicación del hambre y la pobreza. Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), revelan que a nivel global, las mujeres rurales representan cerca del 43% de la fuerza laboral agrícola, pero a menudo se enfrentan a condiciones de desigualdad en el acceso a recursos como la tierra, el crédito y la asistencia técnica. En El Salvador, su labor es indispensable para la producción de alimentos que alimentan a la población urbana, y su papel en la economía rural aún no ha recibido el reconocimiento adecuado.
Imelda Platero, del distrito de Santiago Nonualco, destacó la trascendencia de esta conmemoración, afirmando que sin el esfuerzo de las mujeres rurales «quizás no tendríamos un plato de comida en la mesa.» Según Platero, «este día no solo es importante para conmemorar, sino para hacer visibles los retos que enfrentamos, ya que aún no somos reflejadas en las estadísticas nacionales.» Platero también expresó su preocupación por la pérdida de interés en la agricultura entre las nuevas generaciones. «El amor por la tierra y la producción de alimentos se está perdiendo, y si no fomentamos esa conciencia, nos dirigimos hacia una crisis alimentaria aún más grave,» advirtió. Además, subrayó la urgencia de adoptar prácticas sostenibles y orgánicas, en contraste con los métodos intensivos que no solo dañan la tierra, sino también la salud de las comunidades.
Por su parte, María Eugenia Portillo, de la comunidad de El Achiotal, enfatizó la relevancia de estos eventos, indicando cómo ORMUSA ha sido un apoyo esencial para que las mujeres rurales puedan seguir adelante con sus proyectos agrícolas. “Es muy importante continuar trabajando en la producción de alimentos orgánicos. Muchos de los productos que se venden en los mercados están contaminados con químicos dañinos que afectan la salud de nuestras familias. Por eso es esencial seguir cultivando de manera limpia y sostenible,» comentó Portillo.
Otra participante, Mirna Yanira Cubilla, de San Pedro Masahuat, expresó su orgullo por representar a las mujeres rurales y agradeció a ORMUSA por su apoyo constante. «Nos sentimos fortalecidas al saber que no estamos solas en esta lucha por asegurar la alimentación de nuestras familias. Debemos seguir trabajando la tierra con la conciencia de que lo que cultivamos es la base para la seguridad alimentaria de todo el país,» afirmó Cubilla.
Este evento no solo celebró el trabajo de las mujeres rurales, sino que también subrayó los desafíos que enfrentan, como la falta de acceso a la tierra, a créditos, y a asistencia técnica adecuada. A pesar de que desempeñan un papel fundamental en la producción de alimentos, a menudo no están incluidas en las estadísticas laborales ni en los planes de desarrollo. Las participantes instaron a que este reconocimiento trascienda más allá de un solo día al año, y que se refleje en políticas públicas que promuevan su empoderamiento y mejoren sus condiciones de vida.
El Día Internacional de la Mujer Rural es un recordatorio del papel esencial que juegan las mujeres en las zonas rurales no solo en la producción de alimentos, sino en la preservación del medio ambiente y el mantenimiento de la biodiversidad. ORMUSA, a través de su trabajo en iniciativas como «Manos que alimentan,» reafirma su compromiso con el apoyo a estas mujeres, asegurando que sus voces sean escuchadas y que su labor sea reconocida como una parte vital para el desarrollo sostenible del país.